En general, la educación no es solamente pura reproducción y aprendizaje de conocimientos, el objetivo final y fundamental de todo proceso educativo es formar personas, mediante la socialización con los alumnos, para que sean miembros activos de la comunidad en la que viven. Para lograrlo, el docente debe utilizar estrategias que promuevan los valores y las buenas costumbres.
Para tener éxito educando con valores y para los valores, el docente debe valerse de los ejes transversales, incluyéndolos en su planificación de clases. Los ejes transversales son herramientas de orden interdisciplinario que abarcan el currículo completo, especialmente las distintas áreas del conocimiento, con el fin de proveer al estudiante la formación correcta sobre: su identidad, medio ambiente, ciencia y tecnología, creatividad, trabajo, convivencia y salud.